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Nunca Más las FFAA deben ser instrumento de minorías opresoras
Poner al ejército en la calle preanuncia cuán impopulares serán las políticas de este gobierno. El Partido...
Comunicado
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Nunca Más las FFAA deben ser instrumento de minorías opresoras
Poner al ejército en la calle preanuncia cuán impopulares serán las políticas de este gobierno.
El Partido Humanista de Argentina repudia el intento del Gobierno Nacional de involucrar a las Fuerzas Armadas en conflictos internos reformando la Ley 24.059 que prohíbe tal intervención.
Esta ley de Seguridad Interior de 1991, junto con la Defensa Nacional de 1988 y la de Inteligencia Nacional de 2001, luego reformada en 2015, fueron limitaciones al accionar militar en la vida civil fruto de la cruenta experiencia de la dictadura cívico-militar iniciada en marzo de 1976.
Estas fueron algunas de las grandes conquistas democráticas del Pueblo Argentino en la que pusieron el cuerpo los trabajadores, estudiantes, militantes, desaparecidos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, combatientes de Malvinas e Hijos, como así también los nuevos partidos políticos progresistas como el nuestro, que al filo de la dictadura nació exigiendo, con más de un millón de firmas, el Servicio Militar Optativo.
Pero también debimos resistir en plena democracia al poder de turno cuando traicionaba estas conquistas con las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, la paralización de las causas contra represores y apropiadores, las tentativas de amnistía y a la propia Corte Suprema de Justicia que en 2017 proponía liberar a condenados por causas de lesa humanidad a instancias de su fallo del 2×1.
El negacionismo y la reivindicación actual de la dictadura, señalan el claro objetivo de poner al ejército nuevamente contra la democracia. Y en esta intentona hay cómplices de varios partidos que dan carta blanca a este gobierno que, sin duda, busca un blindaje represivo más grande que el de las fuerzas de seguridad, lo que preanuncia la magnitud de sus políticas impopulares que ocasionarán amplios descontentos sociales.
Por lo tanto, convocamos a las bases a exigir a sus gobernantes, representantes, gremios y organizaciones para detener esta locura. Si estas cúpulas son compradas y manipuladas con chantajes, carpetazos de inteligencia y sofocación presupuestaria, cabe esperar que la represión, los gases, las balas y la cárcel sean para el pueblo que protesta porque tiene hambre y nada que perder.
Finalmente, las y los humanistas propiciamos una profunda reestructuración de las fuerzas militares a fin de que sean realmente garantes de la democracia y la soberanía popular y NUNCA MAS instrumento de minorías opresoras.